Piezas finales: Discurso


Selección de todas las piezas elegibles para la competencia: DISCURSO

Discurso del subcomandante Marcos

Mi nombre es Subcomandante Insurgente Marcos y soy, entre otras cosas, el vocero de una organización mayoritariamente indígena que lucha por la democracia, la libertad y la justicia para nuestro país. Desde el colectivo que nos da rostro y nombre, paso y camino, nos esforzamos por elegir a dónde dirigir el oído y el corazón.

La brutalidad ejercida por los malos gobiernos mexicanos en San Salvador Atenco los días 3 y 4 de mayo, y que se extiende todavía hasta esta noche contra las presas, particularmente la violencia contra las mujeres, es la que nos convoca.

Por los testimonios de esas detenidas sin miedo que son nuestras compañeras, sabemos que fueron agredidas como mujeres, violentadas en su cuerpo de mujer. Y, por lo que sabemos también de su palabra, esa violencia sobre su cuerpo les provocó placer a los policías.

Y es que para allá arriba, estas máquinas de placer y de trabajo que son los cuerpos de las mujeres, incluyen las instrucciones de ensamblaje que el sistema dominante les asigna.

Si un ser humano nace mujer, a lo largo de su vida debe recorrer un camino que ha sido construido especialmente para ella.  Ser niña. Ser adolescente. Ser mujer joven. Ser adulta. Ser madura. Ser anciana.

Y no sólo desde la menarca hasta la menopausia. El capitalismo ha descubierto que en la infancia y la ancianidad también se obtienen objetos de trabajo y placer, y para la apropiación y administración de esos objetos tenemos gobiernos preciosos y empresarios pedófilos en todas partes.

En las instrucciones de ensamblaje de la mercancía “Mujer” se explica que el modelo debe tener siempre la cabeza gacha; que su posición más productiva es de rodillas; que el cerebro es prescindible y, no pocas veces, su inclusión es contraproducente; que su corazón deber alimentarse con frivolidades; que su ánimo debe sostenerse en la competencia contra su mismo género para atraer al comprador, ese cliente siempre insatisfecho que es el varón; que su ignorancia debe alimentarse para garantizar un mejor funcionamiento; que el producto tiene la capacidad de automantenimiento y mejora (y para eso hay una amplia gama de productos, además de salones y talleres de hojalatería y pintura); que no sólo debe aprender a reducir su vocabulario al “sí” y el “no”, sino, sobre todo, debe aprender cuándo debe decir estas palabras.

En las instrucciones de ensamblaje del producto llamado “Mujer” se da la garantía de que siempre tendrá la cabeza baja.

Pero hay mujeres que lo enfrentan con rebeldía.

Mujeres que en lugar de pedir permiso, imponen su propia existencia.

Mujeres que en lugar de implorar perdón, exigen justicia.

Hay mujeres que rompen las instrucciones de ensamblado y se ponen de pie.

Hay mujeres sin miedo.

Salud a estas mujeres, a nuestras compañeras presas y a las que aquí se congregan. Salud a su no tener miedo. Salud a la valentía que nos contagian, a la convicción que nos transmiten de que si no hacemos nada para cambiar este sistema somos cómplices de él.

 

Muchas gracias.

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Discurso Luis Donaldo Colosio

He escuchado con atención todos y cada uno de los planteamientos que ustedes han hecho, la franqueza con que se han expresado y, sobre todo, las lecciones que el día de hoy nos han dado.

El atraso de las comunidades indígenas no nos es ajeno al resto de las comunidades del país. La pobreza no solamente perjudica a quien la padece, sino que lastima a la Nación y divide a nuestra sociedad. No puede haber libertad cuando existe sometimiento, cuando se carece de oportunidades, cuando no se cuenta con educación, cuando no se cuenta con los servicios mínimos; cuando la justicia no existe o - en el mejor de los casos - es mal impartida.

Somos - México - el país con mayor número de indígenas en América Latina: contamos con 56 etnias en toda la nación, que nos aportan - sin duda - una gran riqueza cultural. Pobreza extrema y población indígena coinciden y configuran una dolorosa realidad que no hemos podido superar.

Quiero proponer un nuevo pacto del Estado de Mexicano con los pueblos indígenas, que sea instrumento para una nueva etapa de justicia, de democracia y libertad para quienes son herederos de las primeras culturas de nuestro país.

Como sustento de este pacto, propongo cinco puntos:

Primero.- Poner en marcha un programa que concentre recursos económicos, para iniciar acciones que incidan decisivamente en las condiciones de nutrición y de salud de las comunidades más pobres del país.

El segundo punto es el que se refiere a la reforma de la justicia, tanto en el ámbito federal como en el de los estados.

El tercer punto es el que tiene que ver con la seguridad en la propiedad indígena, porque debemos de hacer de la protección a las tierras indígenas un hecho definitivo y cotidiano.

Y el cuarto punto - como bien se ha dicho aquí - es el de la educación en las comunidades indígenas. Propongo que hagamos de la educación y la capacitación para el trabajo, un elemento decisivo para romper el círculo vicioso de la pobreza.

El quinto punto son municipios fuertes, en las comunidades indígenas. Las comunidades indígenas deben tener los gobiernos que mejor respondan a sus necesidades, a sus anhelos, a sus esperanzas.

Somos una nación pluriétnica, pluricultural, así lo reconoce nuestra Constitución. Si queremos seguir siendo Nación, tenemos que responder definitivamente a las expectativas de las diferentes comunidades, no podemos excluir a ninguna de ellas.

Queremos un México que sea identificado por el progreso y las nuevas oportunidades abiertas para cada mujer y cada hombre indígena de México.

Queremos cosechas en lugar de violencia.

Queremos diálogo en vez de enfrentamientos.

Queremos compromisos en lugar de divisiones.

Queremos vida en lugar de muertes.

En esta tierra que vio nacer a Benito Juárez, vengo a proponer un gobierno en el que ustedes - los indios de México - tengan un lugar destacado; donde encuentren nuevos apoyos para salvaguardar su dignidad, decidir su futuro y participar plenamente en la vida cotidiana de nuestra patria.

Muchas gracias.

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Discurso pronunciado por José Mujica en la cumbre Río 20

Autoridades presentes de todas la latitudes y organismos, muchas gracias. Expresamos la íntima voluntad como gobernantes de acompañar todos los acuerdos que, esta, nuestra pobre humanidad, pueda suscribir. Sin embargo, permítasenos hacer algunas preguntas en voz alta. Toda la tarde se ha hablado del desarrollo sustentable. De sacar las inmensas masas de la pobreza. ¿Qué es lo que aletea en nuestras cabezas? ¿El modelo de desarrollo y de consumo, que es el actual de las sociedades ricas? Me hago esta pregunta: ¿qué le pasaría a este planeta si los hindúes tuvieran la misma proporción de autos por familia que tienen los alemanes? ¿Cuánto oxígeno nos quedaría para poder respirar? Más claro: ¿Tiene el mundo hoy los elementos materiales como para hacer posible que 7 mil u 8 mil millones de personas puedan tener el mismo grado de consumo y de despilfarro que tienen las más opulentas sociedades occidentales?

El desafío que tenemos por delante es de una magnitud de carácter colosal y la gran crisis no es ecológica, es política. El hombre no gobierna hoy a las fuerzas que ha desatado, sino que las fuerzas que ha desatado gobiernan al hombre. Y a la vida. Porque no venimos al planeta para desarrollarnos solamente, así, en general. Venimos al planeta para ser felices. Porque la vida es corta y se nos va. Y ningún bien vale como la vida y esto es lo elemental.

 

Pero si la vida se me va a escapar, trabajando y trabajando para consumir un “plus” y la sociedad de consumo es el motor, -porque, en definitiva, si se paraliza el consumo, se detiene la economía, y si se detiene la economía, aparece el fantasma del estancamiento para cada uno de nosotros- pero ese hiper consumo es el que está agrediendo al planeta. Y tienen que generar ese hiper consumo, cosa de que las cosas duren poco, porque hay que vender mucho. Y una lamparita eléctrica, entonces, no puede durar más de 1000 horas encendida. ¡Pero hay lamparitas que pueden durar 100 mil horas encendidas! Pero esas no se pueden hacer porque el problema es el mercado, porque tenemos que trabajar y tenemos que sostener una civilización del “úselo y tírelo”, y así estamos en un círculo vicioso.

Y uno se hace esta pregunta: ¿ese es el destino de la vida humana? Estas cosas que digo son muy elementales: el desarrollo no puede ser en contra de la felicidad. Tiene que ser a favor de la felicidad humana; del amor arriba de la Tierra, de las relaciones humanas, del cuidado a los hijos, de tener amigos, de tener lo elemental. Precisamente, porque ese es el tesoro más importante que tenemos, la felicidad. Cuando luchamos por el medio ambiente, tenemos que recordar que el primer elemento del medio ambiente se llama felicidad humana.

 

Muchas gracias

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